Un compromiso por la vida
De acuerdo con la Agencia Nacional de Seguridad Vial, entre enero y octubre de 2020 perdieron la vida 4.156 personas en accidentes de tránsito, la mayoría fueron motociclistas y peatones. El 80 % de estos accidentes fueron consecuencia del comportamiento humano: 40 % exceso de velocidad, 30 % irrespeto a las normas de tránsito y 10 % por conducir en estado de embriaguez. Ante este panorama vale la pena preguntarse cómo pueden a portar las empresas transportadoras del país a reducir estas cifras.
De acuerdo con Edwin Rendón, jefe de seguridad de Linkarga, el mayor aporte de las empresas transportadoras de carga en este tema es el diseño y puesta en marcha de un Plan Estratégico de Seguridad Vial que cumpla con la normatividad vigente y que se socialice con todos los actores involucrados.
“Los planes estratégicos de seguridad vial buscan contribuir a disminuir el número de las víctimas de accidentes viales a través del cumplimiento de diferentes acciones. A partir de 2020, se establecieron diferentes tipos de planes según las características específicas de la empresa, facilitando el cumplimiento de la norma que exige la creación de estos planes”, precisa el experto.
Así las cosas, en la regulación actual encontramos tres planes diferentes según los tipos de organizaciones:
- Básico: Menos de 11 colaboradores.
- Estándar: Entre 11 y 50 colaboradores.
- Avanzado: Más de 50 colaboradores.
Esta categorización permite que las empresas tomen determinado número de acciones, según sus características específicas. Aunque esta cifra varía, todos los planes deben considerar los siguientes pilares:
Gestión Institucional
Este pilar asegura el liderazgo y la institucionalidad y, por ende, el cumplimiento efectivo y eficiente de las funciones asociadas a la seguridad vial. Esto, a través de la identificación de los actores que se ven involucrados directa e indirectamente en la seguridad vial.
Gestión del comportamiento humano
Para Rendón este es “el más importante de los pilares, porque es el que se relaciona con la toma de decisiones, las cuales influyen directamente en la vía”. Por ello es fundamental generar conciencia y compromiso personal para proteger las vidas en la vía.
Infraestructura segura
Aunque pueda pensarse que la seguridad debe presentarse, en su mayoría, en las vías principales y naciones, es importante pensar las vías al interior de los conjuntos, colegios y demás espacios en donde puedan coincidir vehículos y personas.
Atención a víctimas
“Este pilar sugiere que todos los accidentes van a tener lesionados graves y muertos, por tanto, como empresa es necesario tener un protocolo de atención a las víctimas”, precisa Edwin Rendón.
Y es que el Plan Estratégico de Seguridad Vial contempla la indemnización o reparación de las víctimas, la cual puede darse por medio de pólizas de responsabilidad civil, pólizas de trayectos y pólizas PNL, las cuales buscan mitigar el impacto de esos incidentes y atender a las víctimas a las que haya lugar.
Valores agregados
Como lo mencionamos, los planes estratégicos de seguridad vial deben divulgarse, por eso, este último pilar contempla los factores de innovación que las empresas ejecuten para llegar a más actores de la vía.
¿Cuáles son los actores de la vía?
En la vía coinciden cuatro actores: peatón, ciclista (incluye a aquellas personas a bordo de otros tipos de transporte no motorizados), motociclista y conductor.
“Teniendo en cuenta que una persona que conduce un vehículo tiene en sus manos un arma capaz de matar, quien tiene siempre la prioridad en la vía es el peatón, seguido del ciclista. De hecho, mi primer rol como actor de la vía, así tenga también sea conductor, es como peatón, al ser el más vulnerable”, enfatiza Rendón.
Es de resaltar que el diseño y puesta en marcha de los planes estratégicos de seguridad vial son un deber de las empresas de transporte. Las entidades veedoras de este proceso son la Superintendencia de Transporte, los organismos de tránsito y el Ministerio del Trabajo, quienes pueden validar la vigencia del plan y la realización de las acciones que deben realizarse.